sábado, 21 de enero de 2012

HISTORIA CORTA

TÍTULO: ¿QUÉ QUIERES SABER?

Guión escrito por: Esther Alquézar Martínez.

SINOPSIS: Un matrimonio y su hija van a pasar unos días al pueblo de estos, allí encuentra la llave que tanto tiempo lleva buscando, ésta le conducirá al desván, una zona prohibida, donde descubrirá algo que tal vez no habría querido saber...

CONFLICTO: En el momento que encuentra la llave y decide entrar en la zona prohibida, está entrando en un camino del que no puede retroceder, así que esa incesante búsqueda marcará su destino.

PERSONAJE: Virginia es una joven estudiante de diecisiete años, es alegre, inteligente, extrovertida, bastante agraciada físicamente, tiene los ojos verdes su cabello es rubio y largo y de estatura media, pero tiene un defecto: es algo desconfiada, siempre anda rebuscando, tiene la extraña sensación de que le ocultan algo, es como una intuición.

FINAL DEL RELATO: El final está abierto a sugerencias, si me podeís ayudar estaré encantada.

RELATO:
21/01/2012
¿QUÉ QUIERES SABER?


             Habían ido a pasar un par de días al pueblo de sus padres, allí tenían una vieja casa, a ella no le gustaba ir, era muy aburrido, no tenía amigos,notaba a la gente muy rara como si los miraran mal.
          Esperó a que sus padres se durmieran, se fue al salón y empezó a rebuscar en los cajones, repitió una vez más su inspección.,siempre que iba lo intentaba. Solo iban una vez al año, siempre el mismo día, el primer día de noviembre, El corazón le dio un vuelco, había encontrado una llave.¡ojalá sea la llave de la buhardilla!, siempre se había preguntado que habría detrás de aquella puerta.Tenía una buena relación con sus padres, no entendía por que tenían que tener secretos, estaba terminantemente prohibido subir al desván.
           Subió rápidamente al desván e introdujo la llave en la cerradura...estaba algo dura, giró con fuerza la llave y la puerta se abrió; estaba todo muy sucio parecía que no la habían limpiado en siglos, la luz era muy tenue, del techo solo colgaba una bombilla llena de polvo, no quería hacer ruido o sus padres se despertarían, cuando su vista se adecuó a la luz observó lo que había en la habitación, una mesilla con tres cajones, una cama con un cabecero de hierro y un colchón amarillento, un lavabo antiguo con una palangana y en la esquina un baúl, se dirigió directamente a los cajones de la mesilla, en el primer cajón encontró unos pañuelos con unas iniciales bordadas, nada interesante, abrió el segundo cajón allí había unos cuantos calcetines, abrió el tercero completamente vacío, ¡que decepción!, bueno le quedaba el baúl, así que se dispuso a abrirlo, pero...¡ No podía ser! Estaba cerrado con llave, ¿dónde podría estar la maldita llave? Esa habitación tenía poco donde buscar, miró debajo del colchón, movió el lavabo a ver si estaba detrás, levantó la palangana, nada, buscó debajo de la mesilla, también por detrás, debajo del baúl, tampoco, hastiada se dispuso a marchar cuando de repente dio un giro brusco, instintivamente volvió a la mesita sacó los cajones los volcó sobre el colchón y ¡efectivamente! allí estaba, en el tercer cajón pegada con celo.

           Sentía el estomago encogido, una mezcla de intriga y nerviosismo se apoderaban de ella, en ese momento la llave se le cayó de las manos, emitió un leve sonido,¡ clinc! el corazón casi se le sale por la boca, sabía que no era suficiente para despertarlos pero aún así se alteró.
           Con mucho cuidado se acercó al baúl metió la llave y lo abrió, observó su interior cogió una caja de madera, en la tapa había un dibujo grabado de una casa con un torreón, a un lado aparecían unas letras, estaban separadas por silabas: “po-zo-na7” pasó la yema de los dedos por encima y la abrió dentro encontró dos fotos, en la primera aparecía una pareja de unos treinta años con una niña pequeña y en la otra foto en blanco y negro, había una niña de unos diez años y un niño de ocho aproximadamente, los observó, las caras le resultaban familiares, siguió mirando en el baúl, sacó unos libros viejos los ojeó también una bolsa con juguetes unos arganboys y una muñeca de trapo, pensó que ella tenía una parecida, la olió..., quedaba una pequeña caja de cartón atada con un lazo, lo deshizo, la abrió y encontró un sobre dirigido a Dª Luisa Fernandez Escobar, su madre.
Sacó la carta la desdobló y comenzó a leer:



       Querida Luisa:

Antes de nada quiero pedirte perdón por todo el daño que he causado, se que jamás podrás perdonarme.
Quiero agradecerte todo lo que has hecho por Virginia, sé que nadie podrá cuidarla mejor que tú y Ernesto y con vosotros tendrá la felicidad que se merece. Te envío está caja de madera que he hecho para ti, si pudieras guardar ese día dentro de ella... te ruego que lo intentes, y vengas a visitarme.

       Te quiere:
                 Pedro.

        Palideció, se quedó en estado de shock, no asimilaba lo que acababa de leer, ¿quién es ese hombre que escribe a su madre? ¿ qué quiere decir con cuidar a Virginia? Acaso sus padres no son sus verdaderos padres¿que hizo ese hombre tan grave? Empezaba a marearse, miró la hora eran ya las cuatro de la madrugada, cogió la caja con las fotos y la carta, quería salir de allí, recogió todo, cerró el baúl con la llave, la colocó donde la había encontrado y se marchó cerrando la puerta con llave.
Bajó al salón tenía que dejar la otra llave en su sitio, no quería levantar sospechas, por si no estaba suficientemente nerviosa, escuchó la voz de su madre:

      LUISA:  
    ¿Virginia te encuentras bien?
   
¡Claro que no, me estoy muriendo!) pensó.
      VIRGINIA: 
    No, mamá me he levantado al lavabo.

        Se fue corriendo a su habitación y escondió la caja, cuando se aseguró que su madre estaba dormida volvió a sacarla por si se le había pasado algo por alto.
Sacó la carta la acercó al flexo que tenía en el escritorio para ver el matasellos, procedía de Alcalá de Henares.
         No encontró ninguna referencia más, remiró las fotos, le resultaban sospechosamente familiares, por más que se exprimió el cerebro, no fue capaz de sacar ninguna conclusión.  Mañana hablaría con sus padres.
     No había dormido apenas, cuando oyó la voz de su madre que la llamaba, se levantó inmediatamente, ya eran las diez de la mañana, apareció la angustia al recordar lo acontecido.
Entró a la cocina, estaba sola su madre.

             VIRGINIA:
            ¡Hola madre! 
      LUISA:
        ¿Has dormido bien, princesa?.
      VIRGINIA:
         No, demasiado.

 y aprovechó para contarle lo que había encontrado.

                 LUISA:
                    ¿Por qué has entrado al desván?
         Sabias que estaba prohibido. 
       VIRGINIA:
                      No he podido evitarlo, no entiendo porque tenéis que 
         tener secretos
       LUISA:
        ¿Que quieres saber?  …